Taekwondo: el arte de trabajar valores
El
año pasado escuché hablar de taekwondo y me llamó la atención que el centro del
discurso, estuviera puesto en los VALORES, y no en las destrezas físicas o
habilidades que la práctica desarrolla y promueve.
Por
eso, a pocos días de marzo, pensando en madres que puedan estar eligiendo
alguna actividad distinta para sus hijos, me puse a investigar un poco y me
encontré con que este arte marcial, de origen koreano, va bastante más allá de
lo que puede ser una defensa personal o un deporte, porque tiene una base
filosófica fuerte que lo sostiene.
La
palabra taekwondo en parte encierra el significado de este arte marcial. Es una
técnica que implica el uso de los pies, de los brazos (manos, hombros, puños) y
que en sí es un camino de perfeccionamiento. Sobre el taekwondo ATA, y
cómo es posible a través de este arte marcial educar en valores, consultamos a
Luis Arlin quien es instructor y además experimentó en su vida cómo la práctica
de este arte marcial puede transformar a una persona.
¿Cuál es
la diferencia entre una arte marcial y un deporte?
Si
voy a un lugar a trabajar el físico, me canso, transpiro, mejoro velocidad,
reflejos, resistencia, tonificación, y luego llego a mi casa contento, eso es
un deporte. Si hago todo eso mismo, pero aparte le agrego una filosofía de
vida, que me hace vivir el día a día con más valores, entonces estoy haciendo
un Arte Marcial. O sea que si hago un Arte Marcial estoy haciendo mucho
deporte, pero no siempre practicar un deporte significa que haga un Arte
Marcial. Esa es la diferencia, la filosofía de vida que hay detrás.
¿Cómo se trabajan los valores y cuáles se trabajan?
Se
trabajan todos los valores. Cortesía, respeto, autocontrol, perseverancia,
concentración, autoestima, confianza, comunicación, honestidad, disciplina,
etc.
El
cómo es bastante más complejo, pero voy a tratar de resumirlo. Hacemos
ejercicios físicos y también hablamos en clase sobre los valores. Tenemos
instructores especializados en eso, que se preparan internacionalmente para
transmitir valores en todo momento. Se hace un trabajo donde se coordina la
academia de artes marciales, con la casa y con la escuela.
Para
pasar de cinturón (en artes marciales es el objetivo más preciado), pedimos una
carta de la casa y de la escuela donde se le pide permiso a los padres y a la
maestra, porque lo principal es que el niño esté mejorando como persona para
poder pasar de cinturón.
Cada
dos meses trabajamos una “lección de vida” (un valor) y se trabaja
específicamente en eso. Es decir, se habla sobre ello en las clases y tienen
que hacer determinadas tareas prácticas sobre esa lección de vida. También vale
aclarar que todo es muy personalizado. Por ejemplo: si un niño necesita mejorar
su confianza y su autoestima, el trabajo que va a hacer es muy distinto a un
niño que necesita mejorar su disciplina y autocontrol.
Se
trabaja mucho con la motivación. En la clase los niños se divierten mucho,
aprenden a defenderse, hacen juegos divertidos, manejan armas como los
nun-chackus o espadas, rompen tablas, hacen carreras, hacen acrobacias, y es
entonces, cuando el niño está muy divertido, que podemos trabajar los valores.
Por ejemplo: necesitamos que el niño esté muy divertido, contento, feliz, con
buena energía, como para decirle “de ahora en más, cada vez que mamá diga algo,
aunque no lo queremos hacer, hay que hacerle caso en el momento”. Los niños
cuando están divirtiéndose son más receptivos. Y este es un concepto que estaría
bueno que todos los docentes lo usen, simplemente si hacen las clases más
divertidas, más interesantes, seguro que van a lograr mejores resultados.
Otra
cosa importante es que manejamos un sistema de consecuencias. Eso es
fundamental en la educación de un niño. Sería buenísimo que todos los padres lo
apliquen. Y con decir sistema de consecuencias me refiero a que cuando el niño
hace algo malo, debe recibir una consecuencia por lo que hizo. Por ejemplo: si
el niño no hizo caso, deberían sacarle la computadora, o el Playstation, o la
consecuencia que los padres vean necesaria. Y algo muy importante, no olvidarse
de aplicar también la consecuencia positiva, es decir, si el niño hace algo
bueno deberíamos darle un premio. Y tomemos en cuenta que a veces un lindo
gesto de los padres, unas palabras positivas, un rato de atención compartiendo
algo ya puede ser un premio para muchos niños.
En
definitiva, para trabajar los valores hay muchísimas técnicas que usamos para
que el resultado sea 100% efectivo.
¿Para qué niños sería ideal la práctica de este arte
marcial?
Es
ideal para absolutamente todos los niños. Algunas veces me dijeron “mi hijo no
necesita trabajar ningún valor, es bueno, amoroso, tiene amigos, tiene
confianza, disciplina, etc”. El tema es que por más perfectos que seamos,
siempre tenemos que trabajar algo, o al menos mejorarlo. Si los adultos
necesitamos mejorar siempre, imagínese un niño que se está formando. No creo
que haya alguien en el mundo que pueda decir que no necesita mejorar o reforzar
nada.
Por
otro lado, si usted quiere que su hijo trabaje algo específico, una academia de
taekwondo podría ser el lugar ideal. La mayoría de los niños que vienen es para
mejorar su disciplina, autocontrol, confianza, autoestima y respeto.
Algo
interesante es que los niños autistas o con capacidades distintas suelen
encontrar aquí un buen espacio para expresarse y crecer. Ellos necesitan estar
en un ambiente donde lo principal sea tratarse con respeto, por eso es que se
sienten tan cómodos para mejorar.